Un estuche tiene tres funciones principales: distinguir, proteger y contener. Cada una de estas funciones estarán dictadas por el tipo de publicación y la inversión al producto final.
Un estuche que se distinga por la calidad del material hace
de la publicación impresa un objeto de calidad con estructura y diseño
adicional que debe complementar el aspecto del libro que contiene, es decir que
debe seguir la línea visual con que concibe el paquete completo para agregar un
valor de lujo.
El estuche está diseñado para proteger el contenido y mantener el objeto o libro a resguardo del polvo, ataque de insectos o manchas, golpes o doblado de puntas y sugiere un valor agregado a la inversión de adquirir una edición impresa, además que permite lucirlo fuera de la biblioteca o estantería para colocarlo en mesas y formar parte de la decoración sin temor a que el libro sufra daños.
Cuando tenemos más de un tomo o un componente adicional como un CD, una libreta anexa, o cualquier elemento adicional que complementa la edición, lo ideal es que esté contenido en un estuche que conforme y mantenga unido estos elementos como un paquete que establezca la idea de unidad gráfica.
El material con que está hecho siempre debe ser cartón o
cartulina de alto gramaje, ya sea forrado en glasé o impreso con tintas
especiales. Esto supone un cargo adicional al costo final de la impresión pero
normalmente está asignado para ediciones limitadas y promocionales. En todo
caso es un accesorio que distingue cualquier pieza otorgándole un valor
estético adicional.
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