La decoración agreste, ruda y de elementos básicos, con tonos neutros y composiciones simples han ganado terreno abriéndose paso en contra de los espacios modernos y vanguardistas.
La madera natural ocupa un lugar importante en la ambientación |
Primero hay que explicar que una decoración rustica, puede incluir elementos vintage o piezas recuperadas, muebles robustos, presencia de la madera natural o pintada, elementos nuevos con apariencia antigua y todo lo que se aleja de los sofisticado, lujoso, pretencioso y moderno. Hay que evitar el exceso de elementos, pero se puede ser ecléctico combinando muebles antiguos con objetos decorativos modernos, madera con metales y comodidad con dureza.
Hay poca delicadeza en el ambiente rústico, poco vidrio y materiales brillantes, poco metal pulido, muchas texturas diferentes y materiales mas cercanos a la naturaleza |
Para encontrar el origen de esta tendencia podemos partir de la relación básica entre el precio - calidad, con la idea de rescatar, remodelar, restaurar elementos en su composición. Materiales con valor funcional en contra de los meramente estético y vanguardista. Para que ello funcione es importante conformar la composición de manera minimalista. Son muebles robustos que ocupan un espacio concreto, ya son en si mismo un punto focal de peso en la distribución del espacio, lo demás elementos deben ser complementos sencillos.
Con paredes claras y neutras, resaltan los colores y tonos naturales de la madera y la piedra |
Los colores suelen perseguir una paleta ubicada dentro del mismo espectro cromático de la luz e intensidad, ausencia de altos contrastes y eliminación de colores vivos, fuertes o chillones, cualquier cosa que no este dentro de las palabras armonía, relax y sencillez. Los tonos originales de la madera van desde el claro como el pino hasta las maderas oscuras y pesadas como el ébano o la caoba, todas funcionan pues lo importante es mantener la naturalidad. Al igual que las piedras o lajas que pueden funcionar en pisos y paredes que no necesitan ser pintadas, incluso tienen variaciones de tonos siendo del mismo tipo de piedra.
Los elementos que se utilizan como complementos decorativos pueden ser viejos y usados, incluso tener patina del tiempo y oxido, pero nunca deben estar sucios o por el contrario pulidos y con brillo. Nunca se debe usar pulitura ni cremas abrillantadoras o químico antioxido. Se pueden barnizar en mate para proteger en caso de requerirlo o recubrir con ceras o aceites adecuados. La idea es que conserven su carácter antiguo, originalidad y por supuesto sean fáciles de limpiar. La sostenibilidad en el tiempo es la palabra clave.
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